
Hay una foto que se ha hecho muy popular a lo largo de los años. 23 de julio de 2013, el Kartódromo de Ortona (Italia) acoge un fin de semana de carreras muy intenso, con los títulos europeos CIK-FIA de las categorías KF y KF junior en juego. Al final del fin de semana los dos títulos son para Max Verstappen y Lando Norris respectivamente.
La foto tomada tras la ceremonia de entrega de premios muestra a los dos chicos, en ese momento separados por más de veinte centímetros de altura, dándose la mano. Norris siente una gran admiración por Verstappen (dos años mayor que él) una estima que se convertirá en una sincera amistad.
Catorce meses después Max iniciará sensacionalmente su aventura en la Fórmula 1 al volante del Toro Rosso, Lando se unirá a él en 2019, tras un periplo nomal en las categorías preparatorias.
Compartiendo paddock, la relación entre Norris y Verstappen se cimenta, durante la pausa impuesta por la COVID-19 los dos se reúnen puntualmente en el simulador para interminables retos nocturnos, bromas, burlas y el chiste siempre a punto. En la pista, mientras Norris comienza a aclimatarse en un entorno nuevo para él, Max inicia su escalada hacia la cima.
Los dos ven la Fórmula 1 desde dos perspectivas diferentes, pero gracias al gran progreso de McLaren (que empezó en Spielberg en 2023) las dos líneas empiezan a converger.
El punto culminante de contacto se produce exactamente un año después, de nuevo en el Gran Premio de Austria, y es un encuentro que revela a Norris una realidad diferente a la que había imaginado durante once años.
Su amargura tras la carrera del Red Bull Racing afloró con demasiada claridad, el incidente en pista durante la vuelta 64 de la carrera no lo había previsto, al igual que la defensa muy al límite de las vueltas anteriores.
La víspera del fin de semana de Silverstone los focos se centrarán en ambos, inicialmente para evaluar el volumen de drama que dejó la carrera de Austria (especialmente en el caso de Norris) y posteriormente para entender el rumbo que tomará su relación.
¿Seguirán siendo amigos? ¿Seguirá habiendo fotos de ellos juntos en el avión de Verstappen en su regreso a Montecarlo tras el gran premio o con su amigo común Martin Garrix?
"Si no se disculpa le perderé el respeto", se apresuró a dejar claro Lando tras el Gran Premio de Austria. "Nunca querrías tener un golpe con un amigo", respondió Max, "pero al final eso también forma parte de las carreras".

Si McLaren y Red Bull confirman en Silverstone su cartel de favoritos, es muy probable que ambos vuelvan a encontrarse en pista. Un escenario que podría repetirse con frecuencia en la segunda mitad de la temporada, dejando un escenario al menos expectante.
Hay quien sostiene que Max nunca hará concesiones, no está en su 'ADN', no será el riesgo de romper una relación lo que le haga cambiar de opinión. La pelota está en el tejado de Norris, que tendrá que decidir cómo jugar la partida contra un rival que ya ha dejado claro que está dispuesto a todo para ganarla.
También será interesante valorar la postura que adoptará la FIA, acusada por varias partes de no haber impedido lo ocurrido en Spielberg. No será fácil mediar entre las diferentes posturas surgidas al término del Gran Premio de Austria, pero hay muchos aspectos que aclarar, posiblemente en poco tiempo.
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